¿Quién ganó el debate teológico?

Ante todos los títulos de videos en YouTube y Facebook sobre «¿Quién ganó el debate?» (sobre temas teológicos, y en estos últimos años se multiplicaron a 100 por cada nuevo discípulo del Señor), yo diría:

«GANÓ EL DIABLO».

¡Qué ganas de demostrar quién insulta mejor, quién leyó más libros, quién cita mejor los libros, quién comete menos errores de dicción, quién tiene más capacidad memorística, quién estudió en la mejor escuela, quién tiene más historia, quién tiene más seguidores, quién tiene más eruditos a su favor, etc., etc., etc.! ¿Y dónde está Cristo crucificado que debe ser predicado?

El apóstol Pablo dijo:

“Es cierto que algunos predican acerca de Cristo por celos y rivalidad, pero otros lo hacen con intenciones puras. Estos últimos predican porque me aman, pues saben que fui designado para defender la Buena Noticia. Los otros no tienen intenciones puras cuando predican de Cristo. Lo hacen con ambición egoísta, no con sinceridad sino con el propósito de que las cadenas me resulten más dolorosas. Pero eso no importa; sean falsas o genuinas sus intenciones, el mensaje acerca de Cristo se predica de todas maneras, de modo que me gozo. Y seguiré gozándome” (Filipenses 1:15-18 NTV).

Yo diría a la mayoría de los “apologistas de YouTube”:

¡QUÉ IMPORTA! ¡Que Cristo sea predicado!

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